jueves, 27 de agosto de 2009

De regreso a la normalidad



Todo mundo dice que los días últimos del mes de agosto todo vuelve a la “normalidad”, ya que en casi todo el país se reinician las clases sobre todo desde el kínder hasta la secundaria, tal vez porque los padres de familia no soportan durante tanto tiempo los desplantes de sus propios hijos, sus necedades, sus pleitos, en fin; la convivencia durante mas de dos o tres horas es casi un martirio para los padres de hijos que están de vacaciones de verano en nuestro hogar.


Y extrañamente esos padres que no aguantan a sus hijos y agradecen a todo quien tengan que agradecer el que sus hijos ya estén en la escuela de nuevo, son los que se quejan de que los maestros no hacen bien su trabajo. Como es posible que esos padres que no saben ni pueden controlar a sus hijos que son dos o tres por lo general; y pretenden que maestros como los de secundaria que en promedio atienden a 40 alumnos por grupo y en un día atiende un promedio de seis a ocho grupos que siempre llevemos una relación cordial, de atención a todos y cada uno ellos.
Es por eso que yo digo y alabo al mismo tiempo a esos maestros que al final del curso sus alumnos lo claman como un buen maestro, como ejemplo ya que para batallar con aproximadamente 300 adolescentes por día, no cualquiera.

Imagínense, en una hora tratar con unos 40 jóvenes sedientos de atención, acomplejados, sobreestimados, con problemas económicos, de padres separados, y de una infinidad de problemas; los padres no aguantan aproximadamente dos meses de vacaciones de verano que están SUS hijos en casa, y pretenden que el resto del año los maestros de ellos los traten como no se lo merecen (la mayoría) que los aguanten y que los traten bien cuando ni de la familia son.
Todo mundo dice “es que le llamó la atención muy feo a mi hijo y me lo va a traumar”; pero lo que nadie dice es que aguantar a tanto puberto y no perder la razón tiene su chiste, que a los angelitos ni su mamá los aguanta por eso cuando vean a un maestro recordemos lo difícil que es tratar con nuestros hijos y que esa persona trata con más de treinta hay veces que hasta 50.
FIN

2 comentarios:

Marielos dijo...

Desgraciadamente hemos perdido tantos valores que demeritamos el trabajo de muchos, que como los maestros tienen una labor admirable, son los segundos padres de nuestros hijos y nuestra actitud hacia con ellos debe ser de complicidad y acuerdo, así todo es más fácil.

Te amo profe

Paula Consve dijo...

ash yo era una de esas chamacas que nadie aguantaba en casa, y meeenos los profes, asi que me la pase de psicologo en psicologo hasta que me aplacaron jeje, y tienes mucha razon, se nos hace facil juzgar a los maestros pero cuando tienes ya a un grupo de pubertos a tu mando... oh dios te agarre confesado, se aprende mucho y a la vez la fatiga os vuelve locos ....