Dios en su infinita bondad y cuando mas lo necesité me envió un ángel que por 7 años me cuidó y me amó, y yo como el acohólico que no ve que tiene un problema no supo aprender de ese hermoso ángel hasta que lo perdí. Así es, mi ángel se fue de mi lado, pero no me abandonó, es más como si yo lo hubiera echado de mi lado, no supe alimentar su amor, no supe devolverle los momentos de felicidad que me brindó, le arranque las alas, le grite, la humille; la convertí en un ser desesperado y temeroso, sin paciencia. Por eso es mejor que la deje ir, mi ángel encontró un mejor lugar, donde es feliz, yo solo la atormento.
Sé que ese ángel aun me ama, no como antes, no como yo quiero que me ame, sino con un amor puro, Dios me dijo -Si en estos 7 años que este ángel compartió su vida contigo aprendiste algo, habrá valido la pena- Y sí, pero lo aprendí hasta que lo perdí y debo reconocer que debo dejarla ir, seguir con mi vida y que Dios todopoderoso nos guíe y nos ilumine; -Dios gracias por tu hermosos ángel que me mandaste para aprender que los gritos con razón o sin ella solo dañan a las personas y no nomas a las parejas, que las dificultades se encaran de frente y con dialogo, que un futuro sin planes no existe y sobre todo que el egoísmo solo desgasta el amor que se siente y que las atenciones que no se tengan con la pareja alguien mas las tendrá y ahí es donde se pierde.
María de los Ángeles (Marielos) te amo profundamente, no sé como olvidarte pero el tiempo me ayudará, y mi felicidad es saberte feliz. Hasta pronto y siempre te voy a recordar bonito.